Arando la red

El pasado mes, un hombre mayor de una pequeña localidad manchega, consiguió entrar en información restringida de la web del Pentágono.

El "hacker" participaba en un curso de introducción a Office e internet para personas de la tercera edad, promovido por el Ayuntamiento de la localidad, en el que aprendían los conceptos básicos de la suite ofimática y del navegador de Windows, Internet Explorer. Al parecer, el hombre burló la seguridad de la web durante un momento en el que se ausentó el monitor del curso, que cuando llegó encontró al anciano alarmado porque le "salían unas cosas mu raras en el televisor éste"

El hombre alegaba ante el juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que no había sido un ataque intencionado. Según el acusado, él estaba "tranquilamente buscando un azaón nuevo que había visto en un almenaque de la Caja Rural, ¿me entiende usté? Que es mu bueno, que tiene hasta el mango acolchao con espuma pa que no te se pongan las manos hechas un Cristo, ¿sabe?". Todo esto dicho en un tono de voz muy elevado y con muchos aspavientos que en principio fueron tomados como una amenaza, pero que el abogado de la defensa aclaró que eran para superar la barrera idiomática y hacerse entender.

La prensa sensacionalista americana ha publicado diversas noticias en las que se acusa al Gobierno Español de querer chantajear a la Casa Blanca con pagos millonarios por mantener oculta la información hallada en la página del Pentágono, lo cual consideran una estrategia para salir de la fuerte crisis que azota al país.

Sin embargo, los agentes encargados de investigar el ataque señalan que las pruebas hacen pensar que todo haya sido provocado por una cadena de casualidades. Entre los puntos más importantes de la investigación destacan que el ataque fuese realizado desde un ordenador con el sistema operativo Windows XP a través de una versión obsoleta de Internet Explorer. A esta hipótesis se suma también el monitor del curso, que señala que "todos los días tenía que explicarle (al acusado) cómo se encendía el ordenador; además de que el primer día de curso, cuando expliqué qué era el ratón, se quitó una alpargata y lo destrozó a zapatillazos creyendo que era un ratón de verdad". Esto podría confirmar que los conocimientos informáticos del hombre eran limitados.

El grupo de estadistas de los Servicios de Inteligencia de los EE.UU. estudian la posibilidad de que el hombre resolviese el algoritmo utilizado como clave de acceso; lo cual podría ser debido a la manera de escribir utilizando solamente los dedos índices y mirando al teclado, sumado a los enormes dedos del hombre que le hacen pulsar varias teclas a la vez y a su escasa ortografía.