♪ ♫ Alcohol, alcohol, alcohol... ♪ ♫

La semana pasada, se realizó en España la primera operación en el mundo para la sustitución del hígado por una bota de vino. Esta técnica revolucionaria permitirá la resolución de los problemas de hígado producidos como consecuencia del consumo elevado de bebidas alcohólicas.

El operado es un hombre, jubilado, procedente de un pequeño pueblo de la serranía conquense. Según sus conocidos, el hombre sufría un problema de alcoholismo severo, tanto es así, que el año pasado fue empadronado en el “Bar Manolo”, debido a que pasaba allí más tiempo que en su casa.

Ante la advertencia del médico de que el consumo de tantas bebidas alcohólicas podía causarle daños graves en el hígado, su mujer le impidió ir al bar, lo que desembocó en una depresión grave. A partir de entonces, el hombre se dedicaba a “estar sentado en el sofá, bebiendo Tang de fresa, que es lo más parecido al vino hay en casa”, declaraba su mujer.

La idea de esta operación fue propuesta por el propio paciente que vio cómo su nieta coloreaba un dibujo del aparato digestivo para una clase de Ciencias Naturales. Interesado, le preguntó a la joven qué era el hígado. Cuando vio el dibujo, le recordó a una bota de vino y, como éstas aguantan bien la bebida, pensó que cambiar una cosa por la otra le permitiría volver a disfrutar de la ebriedad.

Esquema del aparato digestivo tras la operación

El hombre acudió a una clínica privada para que investigasen su propuesta y si la intervención era factible. En resultado de las investigaciones fue positivo, aunque estos resultados han sido puestos en entredicho por otro grupo de médicos que aclaran que “obviamente, al no tener hígado, la bebida no se lo dañará; pero, los problemas digestivos podrían ser irreversibles”. El paciente respondió a estas críticas diciendo que “de algo hay que morirse; de todas maneras, voy a estar borracho”.

La intervención fue llevada a cabo con éxito y el paciente evoluciona favorablemente, bebiendo ya con normalidad aunque todavía bajo supervisión de un camarero. De momento, sólo podrá consumir bebidas con un mínimo de calidad, como vino de más de diez euros la botella o cerveza de importación en botellín de 33 cl. Se estima que en una semana podrá tomar vino de cartón o cerveza de marca blanca en envase de un litro (conocidas como “litronas”). Los licores los podrá consumir, en todo caso, rebajados con un refresco o sifón.