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13 jul 2011

Lentejas: si quieres las comes y, si no, las dejas

En los últimos años, hemos podido observar un notable descenso en la calidad de nuestras aguas, debido a un tipo de contaminación poco estudiada y provocada por una acción tan cotidiana como tirar lentejas por el fregadero.
Es bien sabido, gracias a madres y abuelas, de las diversas ventajas del consumo de estas leguminosas, siendo la más popular el alto contenido en hierro de las mismas. Pero, a pesar de estos beneficios, las lentejas no resultan un plato atractivo para los niños y los jóvenes, sobre todo en esta época en la que la comida basura está en auge.
A esto se suma el siguiente artículo recogido en la Constitución Española:
Lentejas: si quieres las comes y, si no, las dejas
Atendiendo a este artículo, forzar a cualquier persona a comerse un plato de lentejas en contra de su voluntad, es considerado un delito anticonstitucional. De hecho, es la principal causa en España por la que los padres pierden la custodia de sus hijos.
El problema de la contaminación del agua por las lentejas se traduce en un aumento de la concentración de los nutrientes presentes en estas legumbres y un ligero regusto a chorizo casi inapreciable. Hasta ahora no había supuesto un problema severo, pero después de que un analista de aguas se hiciese eco en la red social tuenti de la presencia de lentejas en las muestras, muchos niños se han negado a beber agua, lo que puede ser fatal sobre todo en la época estival.
Ahora se plantea la duda de si obligar a alguien a beber agua estaría penado por la Constitución al contener restos de estas leguminosas. Desde el Tribunal Constitucional afirman que “nos encontramos ante un vacío legal sin precedentes” y proponen como única alternativa prohibir el vertido de lentejas por fregaderos o retretes.
Diversas asociaciones ecologistas han propuesto como solución al problema la instalación de contenedores especiales -que podrían ampliar su uso a todas las legumbres e, incluso, a las verduras también- que posteriormente serían llevadas a un centro de producción de biodiesel.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente alegan que “la situación económica española no permite un gasto de esta índole” y proponen como alternativa una Ley de Gestión de Residuos Lentejiles. Esta ley se basa en que “si el niño no quiere comerse las lentejas, se le vuelvan a poner para merendar y, si aún así no se las come, para cenar. Esto no estaría penado porque la Constitución dice que ‘si no las quieres, las dejas’ pero no especifica para cuando”.

2 comentarios:

  1. Seguramente este articulo de la Constitucion podria ser aplicable s diversas situaciones a la hora de comer ya que cuando no comemos lentejas y comemos , por ejemplo,pescado congelado sin espinas,pero,eso si, con un numero infinito de raspas que siempre se las suele encontrar el mismo. Asi que vamos a tener que instar a nuestros politicos a que hagan un reforma en la cual se recojan todos los supuesto en los que la comida sea un conflicto familiar.

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