Maleducada educación

El pasado junio, los estudiantes de Ingeniería Química de la Universidad de Catilla-La Mancha (UCLM) se enfrentaron al examen ordinario de Termotecnia, una de las asignaturas más complicadas de la titulación que cuenta con un gran número de matriculados de diversos cursos. Este año, los alumnos contaban, además, con una dificultad extra ya que se trataba de un examen “ordinario” en el sentido de “bajo, basto, vulgar y de poca estimación”.

Los enunciados de las preguntas presentaban un lenguaje barriobajero y vulgar, con un uso reiterado de emoticonos y smileys; coletillas reforzando la función fática como “¿me entiendes?” o “¿sabes?”; incluso utilizando en ocasiones un modo de escritura “cani” alternando mayúsculas y minúsculas e intercalando “h”.

El examen ha desencadenado una avalancha de críticas y quejas por parte de los alumnos que recriminan que, de no ser por el lenguaje, el examen podría haber sido asequible. Uno de los examinados nos pone el ejemplo de un problema sobre difusores en el que se pedía “calcular la presión y temperatura de salida cuando un hombre se tiraba un pedo a través de un embudo”.

Otro problema, que valía la mitad de la nota final, pedía calcular la cilindrada necesaria en un motor diesel “PaH DeJaHrRr tOh LoKaAaH aH LaAh pEñaAaAh, PrEmOoH!!! XDD” (para dejar todo loca a la peña, primo). “En el problema faltan muchas variables por definir, como por ejemplo, a partir de qué potencia la peña se queda loca, o si el coche es tunning o no, ya que de serlo es más fácil impresionar a los amigos”, se quejaba una alumna indignada.

Además, los exámenes estaban impresos en panfletos de publicidad de una marisquería, presuntamente recogidos de parabrisas de coches aparcados en algún paseo marítimo de la costa levantina. Como papel para escribir las respuestas, el profesor distribuyó servilleteros de bar por todo el aula. “El papel de servilleta de bar dificulta mucho la escritura y, como es muy frágil, era muy común que se te rompiese cuando ya tenías el problema casi acabado, teniendo que volver a empezar”, se quejaba un alumno que debería haber acabado la carrera hace 2 años y que tiene pendiente sólo esta asignatura.

En la revisión, las correcciones seguían la misma dirección que los enunciados. Expresiones como “JAJAJAJA XDD”, “LOL”, “WTF” o “FAIL” abundaban en las respuestas incorrectas, “ridiculizando al alumno y desmotivándolo para seguir estudiando”.

Ante las quejas, el profesor encargado de la asignatura, respondió diciendo que “se preparasen para la convocatoria extraordinaria de julio que, como su propio nombre indica, es aún más ordinaria que la de junio”. Efectivamente, en el examen de recuperación se llegó a utilizar el insulto directo al alumnado y dibujos de penes en las esquinas de los folios.