El abogado del diablo

La visita de Su Santidad el Papa Benedicto XVI a España el pasado agosto con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud ha sido objeto de numerosas protestas: manifestaciones de ateos, quejas por el elevado coste de la visita en tiempos de crisis…

Ahora, varias asociaciones satánicas arremeten contra el Vaticano debido a la utilización indebida de un logo comercial registrado. Según el portavoz español de la Asociación Internacional de Satánicos Anticristo, Juan de Dios Sacristán, “la ‘cruz invertida’ fue registrada en el año 1998 por la asociación y los católicos han hecho uso en público del logo sin pagar las debidas tasas”. Si bien la imagen no es exactamente igual, los satanistas alegan que “la simple inversión del logo no hace que deje de ser plagio”.

Los abogados de la asociación están trabajando además en un caso contra la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado ya que, al ser la cruz una marca registrada, reclaman el cobro de un porcentaje de todos los premios entregados en la quiniela, así como una parte del dinero recaudado con las apuestas, puesto que “para señalar las casillas se utilizan reiteradamente cruces”.

Estos casos no son aislados pues, anteriormente, esta asociación había denunciado a otras entidades por el mismo motivo. Así, en 2005, acusaron al Judaísmo de copiar supuestamente su pentáculo o pentagrama  añadiendo otra punta más, formando la llamada “Estrella de David”. Por último, en 2010, llevaron a los tribunales a la compañía estadounidense de automóviles Dodge, ya que su logo es un macho cabrío, representación de Satanás.

De izda. a dcha.: el logo de Dodge, el pentáculo y el macho cabrío, la Estrella de David

Por su parte, el Vaticano opina que “el verdadero problema es el resentimiento y la financiación por medio de malas artes”. Estas declaraciones se apoyan en que hace años fueron demandados por la empresa de transporte AISA debido a que las iniciales de la asociación coinciden con este nombre comercial registrado. “Al perder el juicio y verse obligados a pagar, vieron que las demandas judiciales podían ser una forma de conseguir dinero sin tener que pasar el cepillo”, concluía el portavoz del Vaticano.