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3 oct 2011

Ida de olla

Desde hace 2 semanas, una fuerte hambruna azota a una familia de una pequeña localidad asturiana. A priori, se podría pensar que son otra de las víctimas de la crisis financiera, pero no son problemas económicos los causantes de esta precaria situación, sino una “ida de olla” en el sentido más literal de la expresión.
El puchero, una olla a presión modelo Dillkött comprada en Ikea, se escapó del hogar donde servía durante la madrugada del viernes 16 al sábado 17 de septiembre. Según apuntan los informes policiales, la fuga podría deberse a las malas condiciones de trabajo a las que estaba sometida, “y es que no he visto en la vida una cocina con más mierda”, declaraba el agente al frente del caso.
“Como no podíamos cocer la comida, pensamos que tendríamos que comer frito hasta encontrar la olla” comentaba el padre de la familia. Pero la fuga ha desencadenado una revolución entre los demás componentes del menaje. “La sartén se negó a calentar el aceite al día siguiente, así que intentamos comernos las croquetas directamente de la bolsa, sin descongelar ni nada. Fue tan desagradable, que preferimos pasar hambre antes que probar otro invento de esos. Además, ñam ñam ñam…” – contaba mientras masticaba el micrófono de un reportero.
“Exigimos una condiciones de trabajo dignas: que nos frieguen después de usarnos y no tras varios días; o que usen cucharas de madera para remover la comida y no metálicas que dañan nuestro antiadherente”, reclamaba una paellera, líder de la revolución, dándose golpes con un tenedor y utilizando el código Morse.
La familia ha colgado anuncios por toda la región y por las redes sociales, ofreciendo una recompensa por cualquier tipo de información sobre la olla. Según un vecino de la localidad “es una idiotez todo esto de los carteles, ya que por menos dinero pueden comprarse una olla nueva. Además, si la otra no quiere trabajar, que contraten a una de tantas paradas que hay ahora por culpa de la crisis. A todos nos gusta un trabajo cómodo y bien pagado, pero en tiempo de guerra, no hay pan duro”.
Antes estas palabras, los miembros de la familia han respondido salivando, al ser mencionado el pan.

1 comentario:

  1. Pues te puedo asegurar que en casa está a punto de pasar algo de esto ya que cada día que pasa tenemos menos ganas de limpiar y de cocinar.Asi que tendremos que comer pan y longaniza y de postre pan y chocolate.Va a ser mejor que comprar un lavavajillas

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