Inmigralletas

El pasado jueves fue interceptada en la ciudad de Lugo una remesa de inmigrantes ilegales procedentes de Tosta Rica. El suceso tuvo lugar en uno de los supermercados Dia% de dicha ciudad.

El grupo, un paquete completo, estaba formado por galletas con dibujos de la serie infantil Bob Esponja. Las galletas lograron salir de su embalaje y se colaron en el carro de una señora, consiguiendo burlar al encargado de la sección de desayunos y a varios reponedores. Pero, al llegar a caja y descargar la mujer la compra, fueron descubiertos por la cajera que dio el aviso a seguridad.

La señora fue retenida por los agentes de seguridad del establecimiento ante la sospecha de un caso de hurto. El líder de las galletas, una con un dibujo de Bob Esponja y Patricio cazando medusas, declaró poco después la inocencia de la mujer que, sin embargo, tendrá que comparecer ante el juez.

Los servicios sanitarios de la Cruz Roja alertan del precario estado de salud de los tostarriqueños debido a una fuga de leche de un cartón que hizo que varias de las galletas se ablandasen, llegando algunas de ellas incluso a partirse por la mitad. Aunque los pronósticos son buenos, la recuperación está siendo complicada. “Estamos aplicándoles calor con secadores de pelo para eliminar la leche y que recobren su dureza, aunque quedarán secuelas de la intervención como dibujos parcialmente borrados o malformaciones”, comentaba uno de los voluntarios.

Otra de las galletas, con un dibujo de Arenita, intentaba hacer ver a la sociedad la problemática de las galletas y las promociones. “La vida de una galleta Tosta Rica es muy complicada, sobre todo para nosotras, que estamos fabricadas al final de una campaña. Cuando están a punto de cambiar los dibujos, sabes que es muy probable que nunca llegues a ser comprada. Da igual tu fecha de caducidad, que los dibujos seamos más bonitos o que el regalo sea mejor; los personajes nuevos hacen que nos veamos eclipsadas. Ahora, Los Pingüinos de Madagascar llenarán los desayunos de los niños, mientras que nosotras llenamos algún contenedor esperando a que llegue el fatídico día en que caduquemos”.