Gebimétal Circo

Melena larga, chupas de cuero, pantalones ajustados, botas pesadas y muchas tachuelas son algunas de las principales características de esa tribu urbana comúnmente conocida como "heavys". Estos amantes del rock duro han sido siempre marginados e incluso temidos, considerándoles seres agresivos y peligrosos. O eso se creía.

El pasado viernes, el Instituto Nacional de Estadística publicó un sondeo sobre esa sección de la sociedad, revelando unos resultados sorprendentes. "Ridículos" era la palabra más repetida cuando se le preguntaba a la gente cómo definiría a estos individuos.

Portada del grupo de Heavy Metal Manowar

"Mi hija trajo un día a casa a una de estos 'heavys' y nos dijo que se estaban conociendo", comentaba una entrevistada. "No tengo nada en contra de él, ni me preocupa la seguridad de mi hija. Lo que no quiero es que asocien a mi familia con esa imagen tan, digamos, 'extravagante'".

"Mis amigas y yo nos cambiamos de acera si se nos acerca uno cuando vamos por la calle. Pero no lo hacemos por miedo, es sólo porque nos daría mucha vergüenza que la gente pensase que uno de esos tipos viene con nosotras o que es nuestro amigo". Según el estudio, este patrón de conducta se repite en alrededor de un 72% de las jóvenes encuestadas.

La ropa negra, las muñequeras y brazaletes de pinchos o la simulada apariencia dura son las cosas que los encuestados destacan como más ignominiosas. Así lo declaraba uno de los entrevistados: "Hasta cierta edad puede ser comprensible: tienes quince años, eres joven y rebelde y quieres romper moldes. Pero que un hombre ya bien hecho, con veinte o veinticinco años vaya por ahí en pleno julio a las cinco de la tarde vestido todo de negro, con los pantalones de cuero ajustados metidos por dentro de unas botas de motero que llegan hasta las rodillas y con los brazos llenos de pinchos... muy normal no me parece. Además de ir pegando voces como si fuesen demonios o dando grititos ridículos. Yo no voy por la calle con un casco con linterna de minero porque me guste Antonio Molina".

Como excepción, los resultados revelan que casi el 80% de los jóvenes varones encuestados concuerda en que "las góticas buenorras les ponen to' burrotes".